Muchas veces pensamos en nuestros ahorros, que tenemos que empezar a invertir, pero no sabemos por dónde empezar y nos surgen muchas preguntas. ¿Invertir yo? Si no tengo suficiente dinero, ¡eso es para ricos! Ahí está nuestro primer error.
Empezar a invertir desde jóvenes es algo muy importante. No es necesario empezar con una cantidad grande sino hacerlo pronto y con sentido común. Es importante recordar el efecto de la inflación, es decir, que un euro hoy vale más que un euro mañana. Por ello, si dejamos nuestros ahorros quietos, sin sacarles rentabilidad, mañana valdrán menos que hoy.
Además, el fenómeno del interés compuesto juega un importante papel en nuestras inversiones. La rentabilidad que vamos ganando con el tiempo se va acumulando, es decir, no se calcula sobre el capital inicial invertido, sino que se calcula sobre la rentabilidad que vamos obteniendo con el paso del tiempo (las ganancias se calculan sobre el patrimonio acumulado).
Y… ¿cómo puedo empezar a invertir? Los fondos de inversión son un buen punto de partida para rentabilizar tus ahorros.
¿Qué es un fondo de inversión?
Un fondo de inversión es una Institución de Inversión Colectiva (IIC) donde diferentes personas, a las que llamaremos participes, aportan su capital y la sociedad gestora invierte el patrimonio de forma conjunta en diferentes activos financieros con el objetivo de obtener una rentabilidad.
Cada participe es propietario de una parte del fondo (participaciones) en función del capital aportado. El patrimonio del fondo podrá variar en función de los participes que haya en cada momento y también de la rentabilidad de los activos en los que se está invirtiendo.
¿Qué ventajas ofrecen respecto a otras alternativas?
- Gestión profesional: las inversiones las llevan a cabo equipos de profesionales con gran conocimiento de los mercados financieros y plena dedicación.
- Economía de escala: el pequeño inversor puede obtener rentabilidades satisfactorias desde cantidades pequeñas, ya que su patrimonio se gestiona de la misma manera que la de grandes patrimonios.
- Liquidez: un fondo de inversión es líquido, por lo que un participe puede reembolsar su inversión y disponer del capital en pocos días.
- Diversificación: los gestores invierten en diferentes activos con el objetivo de diversificar riesgos.
- Trasparencia: el valor liquidativo del fondo (el precio de cada participación) se publica de forma diaria y el participe recibe información de forma periódica de la evolución del fondo.
- Fiscalidad: los fondos de inversión no tributan fiscalmente hasta que se realiza un reembolso. Además, se pueden llevar a cabo traspasos entre diferentes fondos sin tener impacto fiscal.
- Seguridad: la sociedad gestora y la entidad depositaria (quien custodia el patrimonio) están reguladas por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Por último, si tiene cualquier duda sobre la situación actual, puede contactar con nosotros a través de nuestra página web o llamando al teléfono +34 915 774 931
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